viernes, 8 de octubre de 2010

La Convivencia de la Felicidad y mis vecinos...


"La Convivencia de la Felicidad"


Cuando pensamos en nuestra felicidad (o, más a menudo, en nuestra infelicidad) tendemos hacerlo de una manera superflua, siempre creemos que lo que "NO" tenemos nos haría más feliz y con la experiencia que me ha dado la vida me dice que eso no es así.

Hay mil cosas que te pueden hacer feliz en esta vida tan insignificantes como una simple flor, un gesto, una sonrisa o un abrazo. Y tan necesarias para poder respirar...

Yo creo que una de las claves más importante para una convivencia plena, total y absoluta es la felicidad. A menos que vivas como un auténtico ermitaño, tus relaciones con otras personas contribuyen significativamente a cómo te sientes cada día, la relación con tus seres queridos, amigos, compañeros de trabajo y en general con todas las personas que día a día están a tu alrededor te ayudaran a ser más feliz y a llevar una convivencia más adecuada.

Y por muy feliz que sea uno......





!!No hay razón para sentirse así vecinos...!!!



Yo vivo en unos de los barrios de la periferia de Madrid, una de las ciudades dormitorio más bonitas que existen por lo menos para mi, es grande, cómoda, verde y con mucha luz. Mi barrio en concreto es tranquilo y mis hijos están felices de vivir allí. Es una casa humilde y acogedora en un edificio de 40 vecinos, con tantas personas a veces la convivencia es difícil y complicada y más cuando debajo de ti vive un matrimonio mayor al cargo de sus nietos.


Yo sé, que mis hijos como niños que son hacen ruido y molestan, y los perritos juegan y ladran cuando llaman a la puerta, a mi Samuel le encanta tirarse al suelo con miles de muñequitos, Nerea con su música, mis tacones que suenan por la mañana cuando voy a trabajar y miles de ruiditos distintos de una casa con una vida y una convivencia de lo más normal hoy en día.


Siempre con el máximo respeto hacia los vecinos.


Yo entiendo y comprendo perfectamente que todos esos ruidos molesten, que todos nos molestamos mutuamente, que yo soy la primera en reprender a mis hijos si hacen ruidos sobre todo a deshoras. Que debemos ser más comprensibles, más pacientes y más razonables cuando hay una convivencia entre vecinos. Bueno y en general con todas las personas que están a tu alrededor. Aunque a veces sea tan complicado...


Pero lo que nunca haría es inventar un argumento, llamar a la policía a las tres de la mañana, y cuando todos estamos durmiendo darnos un susto de muerte pensando que había pasado algo algún familiar, y dejarme sin palabras cuando me dicen que había llamado un vecino, que la perrita llevaba dos horas ladrando, (todavía no conozco perro que ladre dos horas seguidas) Ahí se ve la mala fe y la falta de valores de las personas.

No están dispuestos, ni atienden al dialogo (ya lo he intentado).


Si a mi ellos me hubieran dicho que mis hijos, los perros y mis tacones por la mañana les molestaban tanto seguramente hubiera puesto una solución. Por consideración hacia ellos y más cuando son personas mayores (aunque demasiado especiales para una convivencia en comunidad).


Pero no es la mejor manera de comportarse con los vecinos cuando tienes unas normas vitales y establecidas de convivencia que en mi casa se respetan. Y espero que en las de ustedes también, por lo menos en la medida de lo posible.


Cuando se utiliza el sentido común y se respetan unas normas básicas, hay Amor y comprensión la convivencia podría ser perfecta para con los demás.


Convivir es vivir...








Recuerda: "Cuando cambias tu manera de ver las cosas, las cosas que miras cambian"

El modo en que veas el mundo es un instrumento tremendamente poderoso,

que te permitirá introducir en tu vida el poder de la intención hasta colmarla.

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