La envidia tan fea que anda por el mundo y nunca es más odiosa que cuando pretende disfrazarse de justicia. Quien siente envidia muerde no come. Las personas brillantes, buenas, especiales, cultas, atractivas, simpáticas, con éxito, emprendedoras.... pueden ofender a otros por el simple hecho de existir. No hace falta que hagan nada en contra de los demás. ¿ Recordáis el cuento de la serpiente y la luciérnaga ?
Cuenta la leyenda que una vez una serpiente que paseaba por el bosque empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huyó con miedo de la feroz depredadora. Huyó un día, y la serpiente no desistió, dos días, y la serpiente seguía tras ella. El tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga se detuvo y se encaró con su perseguidora:
- ¿ Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro a responder, pero, como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente.
- ¿ Pertenezco a tu cadena de alimentación?, preguntó la luciérnaga.
- No.
- ¿ Te hice algún daño?
- No.
- Entonces, ¿ por qué quieres acabar conmigo?
- Es sencillo. Porque no soporto verte brillar.
La envidia es el reflejo de nuestra propia incapacidad.
Cuenta la leyenda que una vez una serpiente que paseaba por el bosque empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huyó con miedo de la feroz depredadora. Huyó un día, y la serpiente no desistió, dos días, y la serpiente seguía tras ella. El tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga se detuvo y se encaró con su perseguidora:
- ¿ Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro a responder, pero, como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente.
- ¿ Pertenezco a tu cadena de alimentación?, preguntó la luciérnaga.
- No.
- ¿ Te hice algún daño?
- No.
- Entonces, ¿ por qué quieres acabar conmigo?
- Es sencillo. Porque no soporto verte brillar.
La envidia es el reflejo de nuestra propia incapacidad.