Sentada en el sillón voy escuchando unas pequeñas voces alrededor que van aumentando por segundos.
- Eso es mio (el)
- No, eso me lo compro mamá ayer. (ella)
- Si claro..!! y a mi el otro día los donettes y te di un paquete. (el)
- Y yo te di de las Oreo y de las estrellitas. (ella)
- No, las estrellitas eran para mi. (el)
- No, las tuyas eran las de coco. (ella)
-Y las estrellitas, mamaaaaaaaaa, mira lo que dice que las estrellitas son suyas. (el)
- Pues claro que si, y las de coco suyas. (ella)
-Di que no mamá, que las estrellitas eran mías... (el)
Y así..., media hora más.....
Yo sigo sentada en mi sillón, al final me levanto les miro con cara de acelga y les digo:
-Niños la comida que entra en esta casa es de todos y hay que compartir.
- A ver, que sobran aquí las estrellitas?, pregunto. (solo quedaba un paquete)
- sii...!!!, sii...!!!. (ella) y (el)
Tomo el paquete en mis manos saco las galletas y me las voy comiendo una a una.
Ellos, asombrados protestan.
-Que morro..!!! y se las come ella...!!!
- Claro niños, como ninguno de los dos os ponéis de acuerdo para repartir unas tristes galletas, me las como yo que me encantan y todo solucionado. Si no hay galletas por las que discutir, se acabo el problema.
Y se van los dos refunfuñando....
Esto es solo por las galletas, por no contaros lo de los yogures y algunas más.
Imagino que son cosas normales de hermanos.