domingo, 26 de diciembre de 2010
Espejo Eterno...
Cada mañana nuevamente pido, lejos de esas colinas y esa tarde, que haya un espejo eterno que nos guarde después de la ceniza y el olvido. Y busco nuevamente cada día huyendo del rumor ajeno y triste, la música severa en que me dijiste tu adiós que era promesa y que mentía. Ya se borra aquel sueño, la promesa ya nos deshace en el jardín secreto. No volverás, el ciclo está completo, hoy sé que aquí, otra vez, la vida empieza. Pero recaigo en esos cuartos, lejos, y me rasgan las manos sus espejos.
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