Desde que he cumplido los cuarenta, pasan más cosas, y sobre todo, pasan más deprisa, la prueba es que ya estoy en los cuarenta y uno, y no me he percatado del tiempo... Una vez que has llegado a la cumbre de los cuarenta y contemplas el mundo desde arriba. La vida es cuesta abajo, y las cosas parecen más sencillas, por complicadas que resulten ser. A veces nosotros mismos somos los que lo hacemos más difícil y no sabemos disfrutar de las cosas bellas que te da la vida.
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