Sentada frente a mi ventana y sin darme cuenta pensé por un momento: que ya no eras, que ya no estabas, solo un suave reflejo. Intentaba recordar tu rostro, incluso tu voz, pero ya era tarde, solo sonaba el eco de lo que habías sido.... Y ya no eres más que una mancha en mi pasado, un pozo negro, una flor oscura de esas que cuando florecen y abren sus pétalos dejan de ser flor y caen tan fuerte que ya nada podrá remediarlo. Cada pétalo en el suelo era un pedacito de mi corazón, que poco a poco fui rasgando, recogiendo, intentando recomponerlos para poder respirar y seguir caminando....
Tal vez no fui lo que querías, ni resulte ser lo que necesitabas, pero una cosa es cierta, fui más de lo que merecías....
martes, 26 de febrero de 2013
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